Según la tradición más aceptada, Ío era hija del Rey de
Argos y habiéndose enamorado Zeus de ella, la sedujo tomando la forma de una
repentina bruma. Su esposa Hera, al ver una zona de Argos oscurecida, sospechó
de su marido y se acercó. Al ver venir a su mujer, Zeus transformó en vaca a su
amante Ío. A partir de ese momento la pobre doncella transformada en vaca,
sufrió todo tipo de extraordinarios contratiempos. Hasta que según otras versiones
Zeus la volvió a su forma original en Egipto, donde tuvo un hijo con él, el
cual llegó a ser heredero del trono del país del Nilo.
Autor del dibujo: Alfredo Benavidez Bedoya.
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