domingo, 6 de marzo de 2011

El Ministro de Cultura se come la moneda del artista.


Se la come.
El Ministro Lombardi se come la moneda de los artistas. No cumple con la Ley que los mismos políticos votaron. No aumenta los Premios que cobran los artistas, a pesar
de lo que la Ley dice, que tienen que aumentar como el sueldo de una categoría municipal determinada por ellos, a la cual, por ser testimonio de los aumentos, le aumentan permanentemente, pero no en el básico, para que no se traslade el aumento a las pensiones de los artistas. Por eso está Gordo el Señor Ministro. Y el Flaco Jefe de Gobierno, no cumple con los dictámenes de su propia Procuraduría, que en su fallo les dio la justa razón a los artistas. El Ministro Gordo no cumple con la Ley y con su Jefe Flaco se pasan bien por las bolas a los artistas que su sistema de Premios ha distinguido. Señor Ministro, el Gran Premio del Salón Manuel Belgrano, es un Premio público regulado por una Ley ya reglamentada, lo hemos ganado por Concurso Público, por presentación de obras de arte propias, en competencia entre pares, con Jurado de notables y exposición pública. Nuestro Concurso ha sido ganado a la luz del día y de él se ha ocupado la prensa y el público. Su cargo Señor, Usted lo tiene sólo por la voluntad del Jefe de Gobierno, que tiene el suyo por la voluntad popular, pero lo tienen ante todo para cumplir con la Ley. Ustedes dos no se pueden quejar de que el gobierno Nacional no cumple con las sentencias judiciales si no le hacen caso a su propia Procuraduría. Y para que nadie se confunda, no es la
“derecha” de Macri la que se caga en los artistas, el pelado Telerman, sanata de la Fede, chupa- chupa de Duhalde y de todos los demás, cuando era el Garca también nos quiso cagar y decía que los artistasmnhacíamos “la plancha”. No mi amor, pelado maniquí del Unicenter, no hacemos la plancha, estamos bien atentos viendo a los trepadores como vos, que apenas pueden, nos comen la moneda que nos supimos conseguir. Ya lo hicieron antes, el Premio llegó a ser “el sueldo de un peón de plaza”, categoría inexistente que llevó a la ridícula situación de que pagaban lo que querían. Si no tienen bolas para derogar los premios, tienen que cumplir con la Ley, tienen que garpar, hace dos años que nos están cagando. Nos deben más de 10.000 pesos a cada premiado, hacen correr los expedientes por todas partes para no garpar. Ustedes dos deben cumplir con los derechos adquiridos aunque destruyan el sistema democrático para la adquisición de obras de Arte. Cosa que les va a costar un huevo, o acaso creen que no sabemos qué piensan los políticos de la puta cultura. Todos nosotros estamos por el concurso público de oposición, por antecedentes y presentación de obras de arte, compitiendo entre pares, con Jurado de notables, con dictámenes argumentados y rubricados en Actas y todo bajo el imperio de una Ley
democrática reglamentada por el Poder político y vigente desde hace décadas. Quieren destruir el sistema de selección de base objetiva, donde los artistas determinan la selección de los Jurados, las distintas secciones y las modalidades más democráticas para competir creando y argumentando entre pares, para terminar con las camarillas estéticas que les gustan a los políticos gordos y flacos. Quieren quedarse con la
guita y tirarle una moneda a los curadores a ver si se les ocurre qué mierda barata pueden hacer, con esto del Arte que nadie ya sabe de qué se trata. O tal vez convocar a la Academia de Bellas Artes donde los académicos vanguardistas tienen su sitial de por vida. ¡Por favor, los vanguardistas gerontes probándose el sobretodo de madera!. El sistema de selección, de Premios y pensiones es un nicho de los artistas en el Estado desde antiguo, es una conquista social conseguida peleando con ustedes. Siempre con los mismos, por algo será. Los primeros concursos por oposición con presentación de proyectos a la manera moderna son por obras de arte. El ejemplo
más claro es el realizaron los venecianos para levantar el Puente del Rialto.
En ese concurso participaron Alberti, Miguel Ángel (de quién se conserva el dibujo del puente) y el veneciano Antonio Da Ponte, que desde el apellido venía jugado para Premio y que además no se hizo el vanguardista como Miguel Ángel y Alberti, que bajaban línea clásica con frontón, metopa y triglifo. No, Da ponte repitió el perfil de los antiguos puentes de madera apuntados para dejar pasar las barcas con la marea alta, los cagó por abajo. Los Venecianos amaban esos puentes, están en las pinturas de Carpaccio. Este sistema de producción, creación e incluso de trasmisión de conocimientos, se lo puede rastrear desde el siglo XVII, pero antes aún todas las culturas han protegido estas zonas de producción sensible y cultural. Porque de esto que hacemos los artistas, se acuerdan dentro de cien o mil años, no de lo mío o de aquél otro, no sabemos de quién hablarán dentro de cien años, pero sí sabemos que será de aquél en cuya poética nuestra época haya sentado cabeza. Hacia adelante recuerdan lo que tiene la calidad impresa como una marca de agua, o se creen que se van a acordar de esos agujeros tan necesarios que el Flaco está haciendo por toda la ciudad, para llevar y traer a la gente como si de salchichas se tratara. Todos se han ocupado del Arte salvo el Gordo y el Flaco, que podrían haber mejorado el mencionado sistema de selección de obras de arte que pasan a ser patrimonio de la ciudad, patrimonio con el cual, por otra parte, el Gordo y el Flaco se llenan la boca en las inauguraciones con una copa de vino de cosecha banana en la mano. Son cómplices del Osito Sponja que desde el Palais de Glace está cagando el Salón Nacional, manteniendo la Ley de Menem que ese garca traidor dice odiar, robando
un sueldo de la Cárcova durante años y todo al amparo de Coscia Cariló y de la chanta que dirige el IUNA. Y si no quiere pagar Señor Jefe Flaco, dígalo, así le hacemos un juicio y lo ganamos con documentos oficiales firmados por políticos de ocasión como el Gordo. Pero esta vez corresponde pedir que el Gordo y el Flaco respondan con su patrimonio hasta agotarlo, porque es la misma Procuraduría de la Ciudad la que ha dictaminado la Justicia que tienen las demandas y las peticiones de los artistas. No es justo que la ciudad pague un peso antes de agotar el patrimonio del Gordo y el Flaco. El del Gordo se agotará rápido pero el del Flaco me parece que nos puede llegar a durar unas dos semanas. Todo esto lo escribo de onda. No estoy afiliado a A.P.A. (Artistas Premiados Argentinos).
Besitos a Todos.
Lea y Difunda.
bb

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