domingo, 8 de mayo de 2011

El Pequeño Teatro.





La Pequeña Cátedra cierra por 10 días, para mejor realizar el Seminario de Posgrado
en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.
El Pequeño Teatro es una de las actividades del Seminario y se repetirá en la
Facultad de Bellas Artes de la Universidad de L a Plata, dentro de las actividades
habituales que la Pequeña Cátedra desarrolla en ese espacio académico.

El Pequeño Teatro
O
El Teatro de una sola escena fija.
Objeto realizado mediante una caja de cartón
de 60 cm x 40 cm x 40 cm, masilla de artesano,
témperas, y materiales varios y vulgares.
Autor: Alfredo Benavidez Bedoya.
Título: La Muerte de los amantes.

Muchos lo dicen, y los demás lo sabemos, que la vida es un inmenso teatro, que los
personajes, los roles, los libretos, las escenas, comedias y dramas, son el devenir
del mundo de los hombres. Es también para los animales, para los callados
vegetales y para los paisajes todos, una pobre oportunidad de ocupar, el rol de
comparsa o de ambientación, para que la especie humana ejercite sus desatinos.
Las piezas dramáticas que se desarrollan en el Teatro del Mundo son infinitas,
convergentes o divergentes, originales o reiteradas, divertidas o desabridas, pero
son siempre de principio, desarrollo y fin; a veces previsto o a veces sorpresivo, pero
siempre encadenado con otra pieza teatral en ciernes. Nuestras vidas están todas
ensambladas entre sí, componiendo una gran obra de teatro de autor ignoto. La
cadencia de las escenas donde componemos nuestros personajes, es un ritmo que
no descansa nunca, todos somos actores y somos también el público que admira o
desprecia a los que encarnan el rol en forma alternativa. Ensayamos oyendo a quienes
nos preceden en el ejercicio de la dramaturgia, el aplauso, el abucheo y el corazón
de nuestra angustia, ruedan por la escena entre las piernas de los actores.
No hay texto teatral que no merezca ser realizado, los niños sanos o muertos,
las jóvenes hermosas o los viejos decrépitos, todos recitan su pasión y su dolor.
La risa, la maravillosa risa, siempre asoma volviendo inesperado lo que ya se creía
ido, o lo que se creía imposible de existir montado en su opuesto. La risa vuelve
a la verdad innecesaria y al dolor, una oportunidad que perdiera la Muerte, por
quedarse dormida bajo un naranjo en flor. La maravillosa risa es la silla donde
se sientan aquellos que lograron cruzar la noche descalzos. Todos los personajes
sociales, sean del estrato que sean, han subido, suben y subirán a los escenarios
que representan el mundo de los hombres. El odio, el amor y todos sus parientes,
son el combustible que energiza y sostiene el acontecer teatral permanente.
Las pasiones, combinadas con los entuertos, las traiciones y las mentiras en fatal
matrimonio con lo verdadero, que a su vez vive en penitencia por obediente, todo
ello está, en el texto inacabable. Los patéticos políticos y los poderosos de chocolate
rancio, con desesperación suspiran por ocupar los principales papeles, que son
papeles de asesinato asegurado y reemplazo inmediato. Los roles serviles, ideales
para la delación y la deslealtad, se reparten en el inmundo callejón. Y el amor,
siempre el amor, inundando todo, enredando casi todo y dando sentido a todas las
piezas del teatro de los hombres. El amor por todo lo que permite ser amado, por todo
lo singular, por lo que es escaso y apreciado, el amor por lo poco que nos tocó. Y la
Muerte, la muerte al final del último acto, la muerte como el entreacto que lleva a
otra pieza de teatro, que a su vez morirá entregando la energía remanente del acto
dramático a su siguiente. Y todo ello repetido al infinito cubriendo el espectro
completo de la especie hundiéndose en el olvido, y rememorada solamente en
el recitado de los que ocupan el lugar de aquellos que se van y ya no volverán.

El Pequeño Teatro es un Teatro de una sola escena fija, un insignificante teatro que
significa todo lo que puede, que significa lo que esa pobre escena contiene, siendo
casi nada su espacio simbólico. Dentro de su pequeño vaso de líquido cautivante,
el Pequeño Teatro convoca aquello que supo plantear su necesidad, su origen mismo.
Esa escena fija es todo lo anterior y lo posterior posible a su existencia. Todo está
fijo y en movimiento permanente hacia ningún lugar que no sea el propio inmóvil.
El recitado teatral está congelado en la sílaba perfecta, en la única sección del Tiempo
que quiso ser amalgamado con la Pausa y con su espera enamorada. En esa sílaba
está el Verbo. Y con él yo trato de componer mi parte del recitado inacabable.
Pequeño Teatro y verso: bb

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Puede comentar en este campo.