Teoría
del artista. La Decoración del Mundo. Grabado en linóleo. Medidas: 30 cm x 25
cm.
Teoría
que sostiene que el artista ilumina el mundo y lo decora y lo vuelve a decorar,
generación tras generación. Que destaca siempre aquella parte del mundo
pletórica de armonía natural, armonía mal denominada belleza, mal según los
feos digo yo. Señala lo pintoresco, o sea lo que sea pasible de ser pintado. El
“motivo” del artista es un motivo que motiva a pintar, casi todo no lo motiva,
lo que no motiva, no debe ser pintado ni mirado hasta que motive. Establece una
marcación de familiaridad con aquella parte del mundo donde podemos ser felices
y otra marcación de peligro ante lo estéril, inhóspito o peligroso o
simplemente desconocido. Como los paisajes de otros planetas, que ahora
conocemos por las fotografías celestiales. Paisajes nuevos que nadie osa pintar
por inverosímiles tal vez, o por ser el lugar del otro o de nadie. Si el
artista al crear, abstrae y no representa, también presenta un mundo iluminado
por características esenciales, abstractas, primeras, primarias, elocuentes,
múltiples, únicas, sintéticas, cinéticas, simpáticas. Características
esenciales que se mueven por detrás de los gestos del realismo copión.
Se
ilumina el mundo al volverlo estético, al categorizarlo como bello o cercano a
nuestro placer, el mundo estético como dador de placer y conocimiento. O al
contrario el mundo prohibido por el Tabú, sea de clase, de especie, de
tradición, religión o supervivencia. El Mundo temido, hostil, el infierno, el
mundo oculto, el lugar para el castigo tal vez merecido o para el martirio. El
Mundo que prefigura la Muerte. También a ese mundo el artista lo estetiza en
una salsa distinta, y lo ilumina con pintura negra como el Goya o con crueles
detalles como el Bosco. Y todo esto para poder servirlo en la mesa de la
especie y que su gusto y aspecto no le provoque vómitos a nadie. Es otras de
las tantas teorías del artista. ¡Ay¡ ¡Qué vida la del artista¡. Y todo para
palmarla y ser homenajeado en el mejor lugar posible, con un libro muy gordo
hecho a los apurones, con las viudas haciendo chapa y con unos lindos pimpollos
pegados en el marco del autorretrato, que uno se hizo ya de jovato para la
ocasión. Aunque como decía Francis Bacon, el arte es la mejor ocupación para
tener, cuando ya sabe uno, de qué se trata la vida.
Texto
y grabado: Alfredo Benavidez Bedoya.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Puede comentar en este campo.