La lámpara incandescente.
La lámpara incandescente reúne,
para volverse incandescente justamente, los cuatro elementos, que
constitutivamente, creían los antiguos que conformaban el Mundo. El agua, la
tierra, el aire y el fuego. Los esotéricos signos que acompañan la lámpara son
sus firmas en este orden: el agua, el fuego, la tierra y el aire. El agua llena
la ampolla. El barco prefigura la tierra. El aire es donde evoluciona el humo.
Y el fuego es la incandescencia misma aparecida al alinearse los cuatro
elementos constitutivos y su testimonio es el humo.
Dibujo y epígrafe: Alfredo
Benavidez Bedoya.