martes, 1 de diciembre de 2009

La persecución política.

Actualización documental.
La persecución política hace 100 años como ahora también.
A no preocuparse tanto muchachos, que la persecución política ya tiene siglos en nuestro país.
Y si no me creen, fíjense en esta Carta Postal conmemorativa de la asunción a la segunda Presidencia del General conservador Julio Argentino Roca, en ella un tal Vicente Cepeda le pide al Edecán del Presidente, el Coronel Artemio Gramajo un cargo que estaba ocupando en ese momento un radical que años antes les metía bala a los conservadores. El coronel Artemio Gramajo pasó a la historia por inventar la receta del Revuelto Gramajo, revuelto que, al juzgar por esta carta, no era el único al que era afecto. La Carta Postal forma parte de un lote de papeles que mi tío abuelo Vicente Ferrer me dejó dentro de un escritorio hermoso y la carta estaba en su poder por pertenecer, al igual que los Benavidez, a la casta radical que consiguió a balazos el Sufragio Universal y que fueron sepultados en vida por los militares en el año 30. El Doctor Arturo Benavidez fue Secretario General de la Presidencia de Don Hipólito Yrigoyen y mi abuelo, el “tuerto” Benavidez fue Secretario de Aduanas del mismo gobierno. Ambos fueron enviados por los militares a la prisión del fin del mundo, que ahora está tan de moda, y volvieron al año y medio porque Arturo se estaba muriendo por los rigores del Presidio.

Texto de la Carta Postal:
Zárate, Octubre 22 de 1898.
Señor Coronel Don Artemio Gramajo. Mi distinguido Coronel. No me fue posible despedirme de Ud. porque perdía el tren. Le diré, me fue algo mal con el Sr. Ministro porque me dijo que tenía doscientos recomendados y que por el momento no tenía colocaciones. Por lo que le ruego a nombre de mis hijos, que necesito el pan para ellos, le quiera recordar al Exmo. Señor Presidente quiera favorecerme con algún empleo en alguna repartición Nacional. Sea en el correo, en la policía o en las Aduanas. El Señor Coronel sabe bien las recomendaciones que he tenido
respecto de mi persona; le haré una indicación de confianza, el receptor que tenemos en esta aduana, en el año 92, como radical, nos hacía fuego; el Coronel Sarmiento es testigo de esto que dejo dicho, pues sería justicia que me tocase a mí este empleo. Saludo a Ud. S.S.S.
Vicente Cepeda.
Zárate.

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