martes, 4 de enero de 2011

Quinta entrega. Fin de la Charca.


Título:
El Mosquito asesino
Grabado en linóleo.
Tapa para la edición de La Charca.
Autor: bb
La Charca.
Quinta entrega.
5 Péntada o Pentagrama.
Los cuatro elementos más el Centro y el Centro como el ombligo, desde donde nos alimentamos de la Madre cuando éramos uno con Ella. Símbolo del Hombre y del Amor. Quintaesencia. Los cuatro puntos cardinales más el Centro. Los cuatro dedos más el pulgar. Pentagrama de la Música. La Estrella de las cinco puntas. Es la mitad de la Década que es el número perfecto por ser el retorno a la Unidad Primera en los sistemas decimales, dónde la Década simboliza la totalidad del Universo y su retorno al Número Primero recurrente, que es a su vez el Origen de la Serie que multiplicando todo degrada la Unidad Primera. La Década además contiene la Tetractus que es la suma de 1+ 2+ 3+ 4= 10, una posición multiplicadora que diera lugar al Quadrivium, compuesto él, por: la Aritmética + la Geometría + la Música + la Astronomía, estadio del saber llamado antes cuaternario. El Pentagrama es el número de Afrodita, Diosa de la unión fecundadora, arquetipo abstracto de la generación. Y también es el Pentagrama, el número de la salud y de la belleza en nuestro cuerpo humano. bb
El Padre sacó limpio al Padrino Niño del pantano inmundo a su parecer, porque los zapatos de puro cuero del Padrino fueron succionados por el barro de la Charca y comidos, de a poco pero completamente, por el PejerrrrRey y sus mojarrrras, cuando todo se tranquilizó. Lo pudo sacar descalzo al Niño y hacia la derecha, mientras el Ford Negro Culón entraba por su izquierda. Todos los bichos se aferraron al Padrino Niño y se salvaron con Él, pero luego de unos segundos, donde con la boca bien abierta miraron como el Ford Negro se encharcaba, saltaron todos, volviendo a su lugar natural. El automóvil fenecido por viejo y encharcado, fue abandonado por el Padre, que con la Madre y con el Padrino Niño, llegaron, llevados por otros viajeros, a la Capital Federal. La Charca con el Ford encharcado se volvió Maldita, y por eso también fue elegido el lugar por los policías bonaerenses, para, en los días de franco, reunirse a beber Ginebra y darse de líneas blancas en las narigonas, y poder usar así al Ford Negro Culón como blanco de sus pistolas reglamentarias. Y tiro va y tiro viene, al Negro del Ford se lo perforaron de lado a lado, y desde esas noches, las luciérnagas, los bichos de luz, lo habitaron, y su luz por
los agujeros del auto inundó la Charca, creando el sitio llamado “El Lucernario”.
Y lo que ocurrió después, fue algo inesperado: en el balde de playa, que el Padrino Niño dejó olvidado en el baúl del Ford, venían varios caracoles y conchas de almejas, y una de ellas, la más hermosa, comenzó a crecer y a brillar. Estuvo así varias semanas, hasta que haciendo saltar por los aires la tapa del baúl, debido al gran tamaño alcanzado, comenzó la concha bivalva a abrirse, generando luces hipnóticas que fascinaron a los habitantes de la Charca. De ella volvió a salir la divina Afrodita, la Diosa de la belleza y del placer venéreo, que cada tanto vuelve a nacer de una concha marina. Desde allí salió la Bella Madrina,la llamada Afrodita. Volvió a nacer porque suele dejar este mundo muy enojada, al ver practicar al Hombre conductas corruptas, y por saber de la desdichada tendencia de los seres humanos, a todo aquello carente de belleza. Volvió a nacer Afrodita en el Lucernario.
Alfredo Benavidez Bedoya
Fin de La Charca.

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