jueves, 20 de enero de 2011

Reseña de un soneto de estética aplicación.




Bocetos al lápiz y a mano alzada a partir de fotografías también tomadas a mano alzada por los hijos del Doctor Manuel Graña Etcheverry.
Autor del Tratado del Culo.
Autor de los dibujos: bb









Reseña poética del Soneto (Esta reseña tiene capital importancia porque expresa
poéticamente conceptos clásicos de lo que es el Arte. BB).
A un pintor
No sólo admira que tu mano venza
el ser de la materia con que admira,
sino que pueda el arte en la mentira
a la misma verdad hacer vergüenza.

Cuyo milagro a descubrir comienza
en el valor con que las líneas tira,
paralelo capaz con que la ira
del tiempo hoy del olvido se convenza.

Tener cosa insensible, entendimiento
hacer donde el engaño persuadido
por verdad idolatre el fingimiento.

¡Oh milagro del arte que ha podido
dando a una tabla voz y movimiento
dejar sin él, en ella, el sentimiento!
El Doctor reseña:
El autor de ese soneto fue Don Juan de Tassis y Peralta, Conde de Villamediana, nacido en Lisboa en 1582 y asesinado en Madrid el 21 de agosto ( ¡cumpleaños
del Pequeño Profesor¡)de 1622, vale decir a los 40 años de edad. Poeta prolífico, ya reconocido y admirado a los 17 años, se declaraba admirador de Góngora y por eso hay transposiciones violentas y figuras literarias a veces oscuras, siempre alambicadas:
Así, la materia de este soneto, por ejemplo es, la valorización del Arte por sobre la naturaleza. Comienza manifestando lo admirable que hay en el hecho de que la mano del pintor sea capaz de ser al mismo tiempo, el sujeto que admira, el ser que admira, la materia admirada y el ser que provoca admiración. Además es de admirar el hecho que esa mano, en cuanto artista, mienta, porque no dice la verdad de las cosas sino que las imita. Aristóteles enseñó que el Arte es imitación: de ahí resulta que la verdad es materia de la ciencia, mientras que la mentira es materia del Arte. Y como el pintor hace que su Arte supere a la naturaleza, la verdad de lo natural llega a sentir vergüenza cuando es parangonada con la mentira del Arte. Ese milagro,
el arte superando a la naturaleza, comienza cuando descubre, en el valor que le va comunicando a los trazos que va poniendo en el lienzo con la pintura, que paralelamente mientras los traza, el tiempo va perdiendo su fuerza corrosiva, porque la pintura, ya acabada, siempre será presente, nunca habrá sido tragada por el pasado. El tiempo no podrá deteriorar a las creaciones del Arte. El hecho de haber creado una cosa inanimada, carente de sensibilidad, dotándola de inteligencia, de
expresividad, hace que nosotros adoremos a la mentira creadora, que rindamos culto idolátrico al engaño visible, a la capacidad de fingir. Es admirable el Arte, que ha disfrutado de la potestad mediante la cual el lienzo no sólo adquiere voz y movimiento, pues parece estar hablando y estar moviéndose como un ser vivo, sino que, además, ya expresa y comunica lo que puede sentir. La pintura está dotada de
pensamientos y de sentimientos, de razón y de sensibilidad. Y lo expresa, y lo transmite.
Autor de la reseña poética:
Doctor Manuel Graña Etcheverry.
bb

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