sábado, 13 de agosto de 2011

El acuario y los dientes del Abuelo.


El acuario y los dientes del Abuelo.
500 grabados y 100 dibujos de todas las épocas.
Alfredo Benavidez Bedoya
Viernes 19 de agosto. 19 hs.
Sala 6
(al fondo a la izquierda)
Centro Cultural Recoleta.
Junín 1930.
Bb
Mi dormitorio
es un profundo natatorio, donde nadan y sobrenadan
cardúmenes de sueños y pesadillas, donde gozan los cuerpos entrelazados
mientras crean turbulencias, en la violeta agua soñada . Un lugar donde, en
ese líquido denso y turbulento, anidan los miedos del infante y del geronte.
Un profundo natatorio donde el amor y el odio supieron hondo, zambullirse. Mi
dormitorio, solo o acompañado, es un pozo acuático que rememora el vientre
de la Madre. Es un natatorio para la generación de los hijos donde suelen dormir
ellos y los perros también. Mi dormitorio de niño convocaba miedos y maravillas
que flotaban en el agua tornasolada. Mi dormitorio de viejo convoca miedos finales
y recuerdos inalcanzables. Todo gira. Todo flota. Mi dormitorio en la oscuridad se
vuelve esférico y rota en dirección casual y todo se mezcla en el sopor del sueño.
Al expandirse y girar, mi dormitorio termina unido a los dormitorios de los que en
ese momento están durmiendo y es penetrado por las pobladas aguas de los mismos.
Es la Especie nadando en las líquidas metáforas, que de noche crean, lo Real del día.
Nadan entremezcladas imágenes infantiles, ingenuas, irónicas, políticas, dolorosas,
eróticas, placenteras, de risa segura o de alarido final, algunas imágenes muy secretas
y otras de carácter extraordinario o delirante. Ellas se reconocen parientes entre sí
al nadar acompasadas. Y entre ellas se aseguran, las unas a las otras, su acuática
existencia global y su permanencia flotante en el agua sinuosamente nocturna de
Mi dormitorio.
Alfredo Benavidez Bedoya. Agosto del año 2011.

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