viernes, 4 de mayo de 2012

GALERÍA MAR DULCE :: GACETILLA DE PRENSA “El Ilustre de los Desvaríos" de Alfredo Benavidez Bedoya del 12 de mayo al 23 de junio del 2012 obra de la exposición “El Ilustre de los Desvaríos", grabados de Alfredo Benavidez Bedoya Las imágenes de Alfredo Benavidez Bedoya nos dan la impresión inicial de un avasallante desvarío. Sin embargo, con el ingreso a cada una de estas obras observamos que el artista realiza la sutil operación de interpretar una realidad desbordante e inmanejable. El artista forma parte de una familia de ilustres militares y poetas, comienza su vida social en el Liceo Naval, donde cursa hasta ser degradado en un Consejo de Disciplina en el último año. Luego de estudiar tres años Derecho, se dedica a la carrera del arte. Joven de los tempranos 70, milita en el peronismo y vive en Europa durante los años de la Dictadura. Los avatares nacionales y las vicisitudes personales, las económicas, las políticas, las sentimentales, son los elementos desde los cuales Benavidez Bedoya articula una obra con sentido ácido y marcada ironía. En muchos de estos grabados, una labor que lleva 35 años de dedicación, podemos encontrar los rastros del derrotero nacional, la crítica social y cultural, los arrebatos y desencantos amorosos y, en síntesis, la locura con que la Historia nos conduce en proyección desopilante a algo no elegido ni decidido por nosotros. Podríamos aventurar que el artista que ilustra los desvaríos está un paso más cerca de poder domesticarlos, o comprenderlos, a través de una razón poética. En los últimos años Benavidez Bedoya realizó varias obras relacionadas a los objetos que lo rodean en su entorno inmediato, árboles de su barrio, animales domésticos, combinados con encargos para ilustrar piezas literarias. En ninguno de estos casos el artista modifica su estilo: sin medias tintas, a través del blanco y negro característico del grabado al linóleo Benavidez Bedoya configura una obra que por su recorte dentro de las artes visuales puede definirse desde hace tiempo, y en el mejor sentido, como clásica. Ral Veroni