miércoles, 23 de mayo de 2012

Inaugurú el Maracatú. “Azougue” Exposición de fotografías de Helder Ferrer “Baque Solto” Instalación de Mauricio Mancovsky Embajada del Brasil Palacio francés extraordinario sobre la calle Arroyo, a 50 metros de la Embajada de Francia. Consultar horarios en la Embajada. Prólogo de BB al Maracatú. El maracatú es un ritmo ritual pariente de los bantú, es de golpear poco y encontrar el retorno, es danza buscando donde gozar, es la gimnasia del carnaval travestido en vamos por todo. Es poema rimado en lenguas ya caracterizadas . Son parejas nacidas rimadas en el Kilombo. En el pueblo del Indio y del Negro. El Kilombo, lugar abstracto en la selva virgen. Nada es virgen que no haya sido abstracto. Lugar del vamos por todo de lo que queda de mi pasada vida virgen. Vamos por todo donde ya no hay nada. Kilombo pueblo en la floresta donde mezclar y gozar el Maracatú. Helder Ferrer se aproxima al Maracatú desde una fotografía, que gracias a su contraste entre lo acromático y el color llamarada, parece mirar la realidad desde otra paralela. El cañaveral es un horizonte inmediato y el detalle una intimidad que abruma, Helder Ferrer muerde con su mirada el rito expresado por los figurantes de la comparsa. La muñeca utilizada en los cortejos, llamada Calunga, está consagrada y posee un poder no disputado por nadie. El maracatú es cantado en rima, es poesía rimada y ritmada para ser bailada. Y el azougue es una bebida creada por los bailarines de lanza, que lleva cachaca, limón y pólvora. Pólvora para despertar al carnero, cachaca para tomarse todo el cañaveral de un trago y limón para asustar a la tristeza, que siempre ronda al pobre. Campanas, pelucas, lanzas, pechos de la pobre oveja y poesía rimada sin repetir nunca un verso. Carnaval de calle de origen estelar y de hambre tribal. Helder Ferrer en Pernambuco mira que te mira con su ojo de vidrio, al ritmo rimado del maracatú en composiciones visuales de gran elocuencia, que son pasos fijos de una danza móvil que se trasmite entre los propios con enorme libertad y en eso tiene verdad. El maracatú, visto en las fotografías de ese ojo del tal Ferrer, son capricho, desde un ojo caminador peripatético, son desde un ojo caminando a todo terreno porque vamos por todo pero sabiendo que somos Muerte pero estamos bailando Maracatú. Tú mi maracatú. maraca la maraca en esa mar con tú mi borracho bantú para sólo salvar a tí ahogado maracatú estaré siempre ahí. Sólo para salvarte a tí del agua tomada por tú mancha africana bantú. El Kilombo en la floresta De los indios y del negro El Kilombo en la floresta Pueblo a gozar el pueblo ese laberinto maracatú. Tú mi maracatú. maraca la maraca en esa mar con tú mi borracho bantú para sólo salvar a tí ahogado maracatú estaré siempre ahí. Fotografía: Helder Ferrer Prólogo y verso: bb