Eco y Narciso. Metamorphosis. Ovidio.
Eco y Narciso fueron una pareja imposible y desgraciada.
Eco, ninfa del bosque, fue testigo y facilitadora de las infidelidades de Zeus a
su esposa Hera. A raíz de esto, Hera la condenó a no poder hablar salvo para
repetir las últimas palabras que le dirigían a ella. El eco por todos conocido.
Narciso en cambio tenía el don de la eternidad, nunca moriría, si no se conocía
a sí mismo. O sea, si no conocía su aspecto, que era por otra parte de una gran
belleza.
Eco se enamoró perdidamente de Narciso y éste la rechazó,
la ignoró y la repudió. Eco se hundió en la desesperación, vagó por el bosque desconsolada
y se consumió quedando de ella solamente el eco que repite nuestras palabras, y
ello ocurre donde el espíritu de Eco anda vagando.
Narciso también murió consumido por el hambre, al
acercarse a saciar la sed a un manantial y ver su imagen por primera vez. Un
amor apasionado por él mismo surgió incontrolable y fue así que quedó viéndose
en el reflejo del agua hasta morir.
El pez que protagoniza el rostro de Narciso es una
licencia poética del dibujante.
Dibujo: Alfredo Benavidez Bedoya.
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