martes, 11 de febrero de 2014

Los artistas nacionales. Memorias del Bon Marché.


Víctor de Pol en su taller de escultura en las Galerías del “Bon Marché”. Foto retocada en forma digital al estar desvanecida en el original. El monumento en yeso ha perdido los valores de grises volviéndolo plano e irreconocible. Colección familiar.
Nota manuscrita por Vicente Ferrer en el copiador del Libro de Notas de las Galerías Pacífico.
Tinta a base de hierro sobre papel transparente de poco gramaje, parecido al llamado “Papel Biblia”. Colección familiar.
“En Buenos Aires a diecinueve de agosto de 1898, compareció Don Vicente Ferrer constituyendo domicilio legal, calle Florida 753 y en representación de la Sociedad Anónima “Galería Florida” como consta en el Poder General otorgado por el escribano Don Darío Beccar el cual presenta en este acto y se lo devuelve por necesitarlo y expresa:
Que Don Víctor de Pol domiciliado en la calle Pasaje Córdoba. Departamento Nro.: 79 y 80 (Edificio Galería Florida) le es deudor a la Sociedad que represento de cuatro mensualidades y por consecuencia solicito del Juzgado, sea citado el Sr. De Pol por desalojo del local que ocupa, señalando al efecto día y hora para que comparezca a contestar la demanda, bajo apercibimiento de Ley, con lo que termina el Acta, firmando el Compareciente y el Sr. Juez.”
De Pol debía 320 pesos, esta vez no lo echaron pero siguió sin pagar el alquiler.

Memorias del Bon Marché.
Los artistas nacionales. Víctor de Pol.
Junto con el Museo de Bellas Artes, Estímulo de Bellas Artes luego devenido Academia de Bellas Artes, la Colmena Artística y El Ateneo, al “Bon Marché” llegaron varios inquilinos ilustres, hoy más ilustres todavía, pero pícaros refractarios a pagar los alquileres en ese edificio céntrico y emblemático. O sea, llegaron los artistas. Ángel della Valle, Ripamonte, los hermanos Eduardo y Alejandro Sívori, Víctor de Pol, Arturo Dresco, Eduardo Schiaffino, su secretario Díaz Romero, Francisco Parisi y otros. Llama la atención la presencia de un personaje de un espíritu selecto (al decir de Pagano), alquilando hasta ser echado. Me refiero a Rufino Varela, que le consiguió la beca en Europa a Lucio Correa Morales, amigo a su vez de Eduardo Holmberg. Rufino Varela además de selecto era hijo de Florencio Varela, Diputado, Senador y el Ministro que abandonó el Patrón Oro, hundiendo para siempre en la zozobra a nuestros pesitos nacionales. Era un contacto político de peso de los artistas.
Las Galerías Bon Marché eran de origen francés, las grandes tiendas, los shopping de nuestros días, en el caso de las nuestras, se pensó copiar las Galerías con calles vidriadas de Milán “Vittorio Emanuelle”, a la argentina por supuesto, en Buenos Aires se debió dar intervención a la policía porque las bovedillas de los sótanos debajo de las calles interiores no soportaban el peso de los carruajes y luego de los automóviles que se metían sin permiso y en esas calles de noche pasaba de todo. Hubo Bon Marché en todo el planeta y para ejemplo basta que en 1910 se inauguraron las tiendas “Bon Marché” en Manaos, en medio de la selva.
Con las de Buenos Aires pasó que, a la mitad de su construcción y por efectos de la crisis del año 1890, el proyecto se paralizó. Primero hicieron la cuadra de Florida y la de Córdoba, luego pusieron la cúpula y después agregaron las otras dos partes para completar la manzana. Recién en 1910 estuvieron terminadas. Pero el proyecto de llenar la manzana de tiendas comerciales en los tres niveles fracasó, recién ahora se pudo volver sustentable. Es curioso que Fernando Pino Solanas pidiera las Galerías Pacífico al Presidente Menem para realizar un Centro Cultural que se llamaría “El imaginario de América Latina”, otra vez los artistas volviendo al Bon Marché. A raíz de eso y de otras cosas, Pino abandonó el peronismo, yo lo acompañé.
En lugar de los locales comerciales, me parece que fue el mismo Arquitecto de las “Bon Marché”, grabador amigo de Sívori, responsables de la introducción del aguafuerte en la Argentina, este arquitecto, Agrelo de apellido, convenció a los ingleses de que era buena la idea de recibir a los artistas, apadrinados por los políticos y los próceres literarios como mi tatita, el poeta Carlos Guido y Spano, y que la cuenta la pagaría el Estado. Craso error. El Estado, ya en ese entonces convulsionado, cambiaba de gobierno muy rápido y de Ministros más rápido todavía y los padrinos no podían tener continuidad perfecta. Al fin se metieron los artistas y se metió el Ministerio de Agricultura, que pagaba el alquiler, pero tiraba abajo paredes sin consideración de la estructura y creó la primera Oficina Meteorológica Nacional en uno de los sótanos del “Bon Marché”. Los locales se convirtieron entonces en Departamentos para viviendas, a los cuales se le fueron agregando letrinas y servicios porque habían sido pensados como locales comerciales. Estuvieron más de una década en obras.
Mi bisabuelo, Vicente Ferrer Demaría, fue Administrador de las Galerías Bon Marché, Galerías Florida, Galerías del Ferrocarril de Buenos Aires al Pacífico o las Galerías Pacífico, como las quieran llamar, porque fueron bautizadas así a través de los años. Eran de capitales ingleses. Mi bisabuelo las administró por diez años, hasta que lo echaron culpa de los artistas, pero antes los tuvo que echar a ellos.
El texto manuscrito se refiere a uno de los muchos intentos de echar al escultor Víctor de Pol, autor de la cuadriga que corona el Congreso Nacional. El escultor es autor de los tigres sable pampeanos ,que duermen la siesta a los lados de la escalinata que lleva al Museo de La Plata, el Museo del Bicho. También realizó la alegoría de la Ciencia que corona la fachada y los bustos de los sabios que llenan las hornacinas debajo del arquitrabe. En los Libros de Notas hay ocho notas exigiendo el pago, demandando al escultor o aumentándole el alquiler; pero la relación con mi abuelo era muy buena y muchas veces les adelantó dinero a los artistas. Las pruebas son una pintura de Eduardo Sívori, el retrato de mis abuelos de la mano de Francesco Parisi, Director de la otra Escuela de Arte que había en el “Bon Marché” y que seguía la línea de “La colmena artística”, una sociedad rival del Ateneo. Estaban todos, un verdadero conventillo de artistas. En el caso de Víctor de Pol, le propuso a Ferrer que posara su hija, mi abuela, junto a otro niño para el Monumento en bronce a Sarmiento de su autoría que está en Mendoza. El escultor en vísperas de uno de los tantos lanzamientos a la calle, ofreció in limite, un cheque cancelando la abultada deuda de otro padrino, Don Enrique de Vedia, cheque que fue rechazado por el Banco, por no ser él quién debía los alquileres o por otra cosa poco clara. Podría ser tildada la maniobra de acoso mediático, hoy por lo menos. Don Enrique era Administrador de La Nación y fue Rector de la Universidad de Buenos Aires. Lo caricaturizó Cao, dibujante eximio de Caras y Caretas militante “La colmena artística”, colmena que también zumbaba en el “Bon Marché”.
Marcha de los Artistas Nacionales
De Beca en Beca.
De Baco en Baco.
De Boca en Boca.
Ya vienen por Florida
bajo barbas y bigotes
los artistas nacionales.
Ya pintan, ya modelan.
Ya llenaron la colmena
del Arte: el Bon Marché.
Ya los becan en Europa.
Ya retratan, ya enseñan
bajo barbas y bigotes
los artistas nacionales.
Ya les crean la Academia
y el Museo Nacional
y no pagan alquileres
y se gastan los dineros
de la Tesorería Nacional,
en vivir cual señoritos de
bastón, polaina y pincel,
en la República Cultural.
Directores y Maestros.
Los artistas nacionales
ya dirigen y son Jurados
y ya ganan en Salones
los Premios y Medallas,
ya gozan de pensiones
y ya son comisionados.
Ya cobran pero no pagan
los artistas nacionales.
A nadie venden nada
pues enseñan a pintar
a quién debe comprar.
El tratar y tratar de pintar
anula el deseo de tener.
Las esposas inductoras
de las compras de arte
lo estudian y sabiendo,
¡a Europa a comprar¡
Los artistas nacionales
ya modelan los héroes
levantan monumentos
cincelan sus medallas,
y llenan el cementerio
con nubes de ángeles
milicos de bota y sable
y leyendas en pío latín.
Ya vienen por Florida
bajo barbas y bigotes
los artistas nacionales.
De Beca en Beca
De Baco en Baco
De Boca en Boca.
Texto, Marcha, estudio y digitalización de documentos: Alfredo Benavidez Bedoya.
www.laminicatedra.blogspot.com