viernes, 29 de agosto de 2014

La bella pintora y el violador degollado.


Ruth y Holofernes. Artemisia Gentileschi.
La bella pintora y el violador degollado.
Artemisia Gentileschi fue amiga de Cristófaro Allori. O sea, amiga de aquél pintor que yo contara que al pintar a Judith pintara a la bella Mazzafirra, y en el lugar de Holofernes a él mismo ya degollado por su amada libertina. Artemisia fue una gran pintora que tuvo un enorme éxito en una profesión en su día exclusivamente masculina, hija de un pintor romano importante, fue encomendada por él a un artista amigo al no poder cursar públicamente por tratarse de una mujer. Artemisia además de artista era como la esposa de su amigo Cristófaro Allori, la Mazzafirra, una hermosa mujer, al punto que se dice que los clientes querían que se autorretratara como algún personaje femenino para guardarla en el recuerdo, y algo de cierto debe tener el cuento, porque cuando fue a ayudar a su padre para una decoración en Londres, Carlos I retuvo en su colección un Autorretrato de Artemisia como personificación de la Pintura.
Su padre la mandó a estudiar con Agostino Tassi, el cual apenas pudo, la violó, como violaban también a los niños aprendices los bufarrones de los talleres florentinos y si no pregúntenle a Leonardo. Agostino trató de enmendar su error y prometió casarse, luego se supo que ya estaba casado, luego dijo que todo había sido consentido, entonces el padre de Artemisia plantó juicio ante los Tribunales Vaticanos. El Tribunal tomó declaración a Artemisia y luego la torturó apretando sus dedos, necesarios para pintar, para ver si se contradecía por la vía del dolor, sus declaraciones completas las pueden encontrar en la web. Ganó el juicio y el violador marchó al exilio.
En la pintura de su mano, Artemisia corta la cabeza de su violador con placer y precisión infinita, su sirviente en un arrebato de compañerismo genérico, contiene al macho mamado o machado como se dice al norte, prefigurando ese colectivo tan simpático que es el denominado feminismo. Lo curioso del caso y que creo que nadie se dio cuenta es que Artemisia y Cristófaro eran amigos y según las distintas cronologías el tema de Ruth y Holofernes, fue pintado por ambos entre 1516 y 1524, según las distintas cronologías y ambos usaron el tema bíblico para hacer catarsis y dar testimonio de distintas cosas. O sea que Ruth y Holofernes no solamente nos muestra a la hermosa viuda judía, que tiene trato carnal con el General Holofernes (Artemisia muestra la cama ya servida como evidencia comprometedora del trato carnal), aunque siempre se disimula el hecho carnal al representar bien vestida a la carnicera Judith, castradora carnicera bien vestida y servida por una cómplice arpía.
Heroína que salva a su pueblo o una putana como la Mazzafirra, que le puso los cuernos al Cristófaro y con su madre lo esclavizaron, haciéndole pintar mil veces su desgracia. Apoyada por esa vieja suegra inmunda que se solaza al saber que la cabeza ya cuelga. También ahora, gracias a la bella Artemisia, Judith salva a las mujeres al castrar al macho lascivo, que por las buenas o por las malas les quiere meter el pene hasta por el culo. Como lo hizo esa rata del amigo de mi padre, nos confiesa la pintora, y que al final se terminaron haciendo amigos de vuelta, al ver que yo cuerneaba a mi marido y me gustaba mucho mover las nalgas, al punto de librarme de él y de mi tres hijos varones. Para poder fornicar todo lo que mi bello cuerpo me permitía, y así me lancé al camino con mi pequeña hija, que vaya uno a saber en qué terminó. Y me fue muy bien, al punto que de Corte en Corte , de pintura en pintura, de amante en amante, en Venecia tuve otra pequeña hija, pero de sabor natural esta vez. Y vaya a saber uno en que terminó la pobrecita.
Alfredo Benavidez Bedoya.

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