lunes, 7 de octubre de 2013

Los quevedos de Visión Poética.


“Los quevedos de Visión Poética”
Como el inefable Anteojitos, héroe infantil de dulces ojos de gigante, o como el cartel del Oculista que nos mira desde lejos fijamente, hoy, la Industria Nacional visitada por la Imaginación del Pueblo, nos regala otro invento que potencia la vista ocular con un aparato óptico notable: los Quevedos de Visión Poética. Con ellos podrá saber, nuestro afortunado cliente, donde se esconden esas putas de las ninfas. También podrá atrapar a las Musas, cuando rara vez se acercan de noche para soplarnos una
obra de arte, y ya atrapadas y atadas al pie de la cama, servirse de ellas para todo propósito. Todo eso en el arte de amar, pero en el ejercicio de la disciplina literaria, nuestro cliente con sus Quevedos de Visión Poética, verá su destreza potenciarse al punto de cazar todas las rimas esquivas y mantener la exacta métrica de los versos, aunque se encuentre completamente borracho. Al ser reproducidos mediante molde, puede hacerse un tiraje de Quevedos de Visión Poética en cerámica y otro en chocolate, para estar a tono con eso de comerse la obra de arte, estético menú que pregona, la simpática psicópata de Martha Minujin.

A partir de una de las tres copias anónimas del original de mano de Velázquez. Modelado en arcilla negra como original para una pieza cerámica seriada, modelado con resolución de altorrelieve y con salida de fuga, para
reproducción mediante molde.Autor del modelado y del verso: Alfredo benavidez Bedoya.
Los quevedos de Quevedo
¡Quevedo¡
¡Qué bien veo
con tus ojos
de claro poeta¡
¡Quevedo¡
Deja tus ojos
en los anteojos.
Para poder ver
lo mismo que Vos.
Que con tales anteojos,
y al decir de tus versos,
tanto, es lo que ves.
¡Quevedo¡
Qué bien veo
con tus ojos
de claro poeta.
Verso: A. Benavidez Bedoya